Hablando de evangelizadores digitales, una empresa chilena ha contribuido desde el terreno tecnológico a aplicar inteligencia en la logística de la última milla en América Latina, de tal manera que tanto empresas como consumidores estén alineados con nuevos y mejores estándares en sus entregas de paquetes adquiridos por la vía del comercio electrónico (e-commerce).
SimpliRoute es una startup nacida en 2014 que inició como un proyecto de investigación en la Universidad de Chile para optimizar las rutas de los bomberos. Al paso de estos últimos años ha recibido apoyos financieros de aceleradoras en América Latina y Silicon Valley. Hoy cuenta con una presencia en 26 países. En México tiene más de 120 clientes.
De acuerdo con Álvaro Echeverría, cofundador y CEO de la compañía, la inteligencia en la logística en el servicio que ofrece se divide en dos etapas. La primera tiene que ver con el uso eficiente de la tecnología, en este caso Inteligencia Artificial o algoritmos que apoyan a optimizar el ruteo de las unidades de entrega o distribución de los paquetes, buscando la reducción de costos y un menor impacto ambiental.
“Tiene que ver con darle eficiencia al proceso, hacerlo predecible”, dijo Echeverría, en entrevista con T21.
La segunda parte está relacionada con volcar esa eficiencia en el ruteo de las unidades (camionetas, automóviles, motocicletas, etc.) con la experiencia del cliente, incorporando elementos como dotar de visibilidad de las unidades que se utilizan, saber en qué momento salen del centro de distribución, con qué paquetes, a qué rutas, en qué parte de la ruta se encuentran, cuánto tardan entre cada una de ellas.
A partir de lo anterior, se ofrece una comunicación directa con el consumidor final, a través de mensajes SMS o WhatsApp, para que tenga una ventana de horario de entrega preestablecida y conozca la ubicación de su paquete.
Toda esta información es recabada por las unidades de los clientes de SimpliRoute que están en tránsito y a través de empresas terceras que ofrecen información GPS sobre la movilidad que se presenta en las ciudades, para finalmente poder “predecir” los horarios de llegada de los paquetes a sus destinos finales.
“Estoy en la última parte de la actividad del e-commerce y apoyo mucho a que la gente decida seguir haciéndolo, apoyo a que el despacho sea bueno, eficiente, que el cliente tenga una buena compra y que quiera volver a comprar”, dijo.
La visibilidad que se presenta sobre la actividad en las entregas y contacto con el cliente, permite evaluar qué puntos son los más críticos o los responsables de no estar ofreciendo una buena experiencia, y así modificarlos.
Actualmente, SimpliRoute trabaja con dos de los cinco mayores retailers mexicanos. Las modificaciones en su logística de última milla que realizó con uno de ellos se centraron en la homologación de los procesos de entrega en todas sus unidades a nivel nacional, y al optimizar sus ruteos se logró disminuir hasta un 12% la flotilla que necesitaba y las unidades que quedaron pudieron incrementar sus entregas en un 25%, cambios que le significaron hasta un 21% de reducción en sus costos logísticos.
De acuerdo con Álvaro Echeverría, para que las compras en línea continúen mostrando el crecimiento que han venido registrando desde el año pasado, derivado de la pandemia, se tienen que atender elementos como el miedo a los pagos electrónicos y que las empresas ofrezcan una mayor flexibilidad en las entregas, así como en las devoluciones.
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