Desde hace tiempo, la industria textil mexicana ha generado esfuerzos para que en el país exista “piso parejo” con respecto a las empresas extranjeras que comercializan productos subvaluados en a través de importaciones temporales, por lo que el decreto para incrementar un 35% los aranceles a mercancías confeccionadas, así como un 15% a la importación de productos textiles, significa un apoyo a sus necesidades que fortalecerán las cadenas de suministro regionales.
Rafael Zaga Saba, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Textil (Canaintex), destacó en conferencia de prensa que hace una década la industria textil representaba un 3.6% del PIB; sin embargo, hoy en día este porcentaje se redujo al 1.8 por ciento.
Asimismo, resaltó que en los últimos dos años se perdieron más de 70 mil empleos en la industria, por lo que espera que, con esta medida presidencial, poco a poco comiencen a recuperarse, además de una mejoría en el empleo.
En este sentido, Canaintex reconoció a Claudia Sheinbaum, presidenta de México, y al secretario de Economía, Marcelo Ebrard, que en tan solo tres meses de gestión hayan escuchado sus peticiones.
Sheinbaum firma decreto para blindar a la industria textil mexicana con incremento de aranceles
Por su parte, Sergio Contreras Pérez, presidente ejecutivo del Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior, Inversión y Tecnología (Comce), señaló que esta “no es una política de proteccionismo, es una manera de ir limitando”, ya que se dejó de lado la manera de introducción de este tipo de productos al país.
“Hemos tenido necesidad de ir revisando en una nueva estrategia el tema sensible de los aranceles. México no tiene una grande trascendencia en la relación con China como otros países. Entonces ahí quizás hemos dejado de revisar cuál debe ser la relación con China, es una manera de ir revisando la apertura que tenemos, ir limitando”, dijo.
La otra cara de la moneda
Por otra parte, Logística de México (LDM), firma de consultoría logística, reconoció que aunque la medida está orientada a proteger a la industria nacional, tendrá un impacto profundo en la cadena logística del país.
En este sentido, indicó que traerá consigo un aumento considerable en los costos operativos que afectará tanto a empresas logísticas como a consumidores finales.
“La implementación de nuevos aranceles sobre los textiles representa un cambio estructural para la logística en México. Las empresas enfrentan el reto de adaptar sus procesos en un entorno donde los costos operativos aumentarán significativamente. Esto implica rediseñar rutas de transporte, capacitar personal en procedimientos aduaneros más complejos y optimizar las cadenas de suministro para reducir el impacto financiero en consumidores finales y negocios”, dijo José Ambe, CEO de LDM.
Entre los efectos más significativos se encuentra el aumento en los costos de importación, ya que con esta medida se podría generar un sobrecosto anual de mil 500 millones de dólares (mdd) en importaciones.
Además, los costos logísticos, incluyendo transporte y almacenamiento, también se verán incrementados, con tarifas de transporte que podrían subir entre un 5% y 10%, sumando aproximadamente 500 mdd anuales en sobrecostos debido a trámites adicionales y demoras en aduanas.
Otras afectaciones que prevé LDM incluyen alta complejidad en procedimientos aduaneros, demoras en tiempos de entrega, así como un ajuste en la forma en que las empresas planifican sus inventarios.
Por ello, el impacto de estos nuevos aranceles se traducirá en un incremento total de costos operativos cercano a los dos mil mdd anuales.
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