¿Su pedido no llega? Posiblemente esté “atorado” en un contenedor

por elogis

Miles de embarcaciones y cientos de miles de contenedores esperan descargar toda la mercancía que poseen. En este nuevo panorama y con la evaluación de futuras sedes por parte de empresas del giro logístico y de transporte, México puede figurar como un país destino para invertir.

De acuerdo con un análisis sobre la crisis de la logística mercante, elaborado por Erick Brunet, director de transacciones de Servicios Corporativos Globales (GCS) de Newmark Latinoamérica, el país no solo cuenta con mano de obra ávida de oportunidades, también posee una ubicación geoestratégica envidiable para la carga, despacho y posterior distribución de todo tipo de productos.

Ello representaría, además del establecimiento de nuevas compañías, más empleo y dinamización comercial de organizaciones del ramo logístico, así como el crecimiento de empresas nacionales y extranjeras que aumenten su actividad para poder abastecer el mercado internacional.

En los principales puertos del mundo hay kilómetros de embarcaciones en fila que tienen semanas de espera en una situación “tan cerca y a la vez tan lejos”, panorama que han tenido que sortear desde hace varios meses empresas navieras y compañías exportadoras en una de las épocas de mayor actividad comercial del año como es el último trimestre del año.

Desde hace varios meses esta compleja red logística y de distribución ha sufrido un traspié provocando un gran retraso de despacho y entrega de mercancía de todo tipo que ha puesto en jaque a infinidad de compañías alrededor del globo. Las causas por las cuales se ha generado esta situación podrían resumirse en los siguientes puntos:

  • El COVID-19: Sigue haciendo estragos. La paralización de la actividad comercial desde marzo del 2020, restricciones de puertos, recortes de personal y cierre de agencias retrasaron significativamente el ritmo que traía la red logística antes de la pandemia. De acuerdo con datos de la Organización Mundial del Comercio (OMC), el intercambio global de mercancías cayó 5.3 % en el año 2020.
  • Demanda repentina: Una demanda exponencial e inusitada exigió una reactivación acelerada de la red logística internacional.
  • Poca disponibilidad de mano de obra calificada: Debido a la demanda y gran cantidad de productos que necesitan transporte, las empresas logísticas y de traslado no disponen de suficiente personal que haga posible el despacho de los productos a su destino final.
  • Escasez de contenedores: hacen falta estructuras en las cuales almacenar toda la mercancía que se desea trasladar.

La gran mayoría de los productos que se importan se movilizan en barcos y, según consideraciones de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, un 80% de los artículos que se consumen se transporta vía marítima.

Las consecuencias de esta situación no se han hecho esperar y se están presentando con más fuerza en una de las épocas del año con mayor demanda: Navidad. Algunas de los efectos son:

  • Puertos congestionados: Miles de barcos y cientos de miles de contenedores en espera han generado una aglomeración atípica en los puertos de embarque.
  • Retraso en la red logística mundial: No solo los regalos de Navidad, más allá de ello debemos considerar equipos médicos y medicamentos, alimentos, materias primas para fabricación de productos, piezas para automóviles y numerosos artículos de valor estratégico.
  • Posible incremento de precios en los productos: El encarecimiento del traslado muy posiblemente se traducirá en un aumento del precio final. El comercio en línea se está viendo afectado por las interrupciones en la cadena de suministro, pues además de presentar menos disponibilidad de artículos, se estima que también habrá menos ofertas.
  • Aumento de precio en el traslado en contenedores: Se han registrado incrementos en los precios de transporte de mercancía en contenedores. Según un estudio de Drip Capital, en el caso de los fletes de Asia hacia la República Mexicana han alcanzado en los últimos meses aumentos de entre 900 y hasta 1000 por ciento.

“En México un flete proveniente de China que costaba aproximadamente 2,000 dólares, actualmente puede costar 8,000 dólares por contenedor”, indicó Erick Brunet, director de transacciones de GCS de Newmark Latinoamérica.

¿Contenedores sin retorno?

La crisis de los contenedores tiene antecedentes desde 2016, pues los grandes operadores marítimos se redujeron. Con ello, las rutas y algunos contenedores utilizados para transportar insumos de un lado al otro del mundo durante la pandemia, se quedaron varados en distintos puertos y las empresas ya no pudieron regresarlos.

“Así como se están viendo en serias dificultades, las navieras y empresas logísticas en general también están aprovechando esta circunstancia para aprender y evaluar en detalle sus procesos y precios”, indicó Giovanni D´Agostino, presidente en México y director regional para América Latina de Newmark.

Agregó que producto de ese análisis, las compañías están haciendo cambios y ajustes que les permitan ser más eficientes.

“En cuanto a cómo contrarrestar la crisis, las empresas no pueden conformarse con aplicar medidas tradicionales en un mundo tan demandante: deben ir un paso más allá. Aun cuando numerosas organizaciones cuentan con protocolos estructurados que les indican qué pasos seguir y existen manuales para crisis corporativas, situaciones como ésta no sólo te obliga a proceder proactivamente y ver fuera de la caja, sino que te impulsan a replantear qué cambios y adaptaciones hacer para no desaparecer”, indicó Sergio Pérez, director ejecutivo de cuentas corporativas en América Latina de Newmark.

Los especialistas consideran que esta situación comenzará a normalizarse hacia el primer semestre del 2022 y, mientras tanto, se deberá ser cauto y pensar en nuevas estrategias para las empresas navieras.

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