Reducir la huella de carbono en el sector inmobiliario logístico no solo es una responsabilidad de los desarrolladores inmobiliarios y empresas de logística en el combate contra el cambio climático, sino también una oportunidad para incrementar la rentabilidad de sus proyectos.
Más allá de obtener certificaciones de diseño y construcción sostenible, como LEED o BREEAM, los desarrolladores pueden adoptar estrategias de diseño flexibles que permitan adaptarse rápidamente a las necesidades de los inquilinos logísticos, logrando mayor productividad.
Entre estas estrategias, destaca la incorporación de espacios modulares, alturas mínimas adecuadas para acomodar “racks” de grandes dimensiones, “knock-out doors” y la posibilidad de transformar el edificio en un “cross-dock”. Estas medidas no solo mejoran la capacidad de adaptación a operaciones logísticas exigentes, sino que también optimizan el uso del espacio, reduciendo el consumo de energía y, en consecuencia, la huella de carbono tanto del desarrollador como del inquilino.
Otra estrategia prometedora consiste en incluir en los contratos de arrendamiento cláusulas que fomenten el monitoreo y la reducción del uso de recursos. Esto puede implicar desde la instalación de equipos ahorradores de agua y energía, hasta la responsabilidad compartida en la implementación de mejoras que optimicen el uso de las instalaciones. Asimismo, se promueve el manejo sostenible de desechos y el reciclaje, cuando sea viable.
Cabe destacar que estas características sostenibles son cada vez menos opcionales, debido al creciente número de inversionistas que demandan este tipo de condiciones. En México, no solamente marcas internacionales como Prologis buscan la certificación LEED en sus edificios, muchos desarrolladores inmobiliarios domésticos como Artha Capital, Centinela Properties, IAMSA, FINSA, RMSG, entre otras, cuentan con portafolios con varios edificios que ya tienen esta certificación.
La sostenibilidad en el sector inmobiliario logístico no solo es una responsabilidad ambiental de los desarrolladores inmobiliarios y empresas logísticas, sino también un camino hacia la eficiencia operativa y el incremento del valor de los proyectos. Esto, más que una tendencia, es una nueva realidad.
*Pablo Francisco Quezada Garza actualmente es catedrático del Tec de Monterrey y socio director de la empresa de investigación del mercado inmobiliario y desarrollo de software, Datoz.
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