La disminución del intercambio comercial más una creciente oferta de capacidad instalada y la amenaza de una guerra comercial entre los tres principales bloques comerciales del mundo, ha puesto en la lona al Índice Báltico, el principal indicador referencial del mercado de buques, el cual ha registrado en los últimos 12 meses una disminución del 47.2% y en lo que va del año nada más ha registrado una caída del 22% con la lógica repercusión en las tarifas marítimas.
La posición del índice hoy apenas se ubica por encima de abril de 2020, el anterior peor nivel de los últimos cinco años. Y es que la demanda de contenedores ha caído un 77% desde finales de 2023 cuando estalló la amenaza de los hutíes (simpatizantes de la causa palestina) en el mar Rojo. La navegación comercial dejó de ser segura a través de esa vía que conecta el océano Índico con el Mediterráneo, por sus ataques y secuestro de tripulaciones en reacción al conflicto entre Israel y Palestina en la zona de Gaza.
Hoy, sin embargo, es la amenaza de una guerra comercial el factor que más incidencia tiene sobre el índice. Con la aplicación de aranceles a las importaciones de Estados Unidos desde China y viceversa, y una amenaza similar que se cierne sobre el comercio entre la Unión Europea y el país que gobierna Donald Trump, el escenario no es halagüeño para el comercio vía marítima. Las tarifas en la principal ruta comercial, China-Norte de Europa, han caído desde ocho mil 300 dólares el verano pasado a tres mil 100 dólares estos días. La misma tendencia se observa entre Europa y Estados Unidos, y consecuentemente en otros mercados. Literalmente, las navieras andan con el agua al cuello.
Pegando con tubo
La nueva amenaza del presidente Donald Trump se cierne sobre el aluminio y el acero. Este señor que no descansa ni en domingo para fastidiar a sus socios comerciales y el mundo, informó ayer, mientras viajaba en el avión Air Force One rumbo a Nueva Orleans para asistir al Super Bowl, que hoy anunciará nuevos aranceles del 25% a todas las importaciones de acero y aluminio provenientes de cualquier país, incluidos sus socios comerciales Canadá y México.
Nuestro país es el tercer mayor proveedor de acero de los Estados Unidos, sólo detrás de Canadá y Brasil. Nuestras exportaciones rebasan los 13 mil millones de dólares anuales a ese mercado. Estados Unidos ya aplica un arancel del 25% al acero y del 10% al aluminio a los países de donde importa estos metales desde 2018, sólo Canadá y México habían logrado exentarlos en 2019 durante la anterior gestión del presidente Trump.
Esta vez, ha dicho Trump, México y Canadá no quedarán exentos, por lo que la Cámara Nacional de la Industria del Acero (Canacero) ha respaldado la postura de proceder de manera recíproca y aplicar aranceles a los productos de acero provenientes de los Estados Unidos y que sean manufacturados en ese país. Así las cosas.
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