Cada día la sustentabilidad se posiciona más como una prioridad para las empresas. Las acciones que reducen la huella de carbono y el reciclaje de productos electrónicos están en la agenda de prácticamente cualquier industria. Industrias como la logística, que busca reducir su impacto ambiental a través de la adopción de alternativas de energía limpia y la optimización de rutas, entre otras estrategias. Pero ¿qué está pasando con los dispositivos que se utilizan en los centros de distribución, tiendas, oficinas y almacenes en México?
Las investigaciones muestran que las empresas de todo el mundo no están haciendo un esfuerzo considerable para mantener la vida útil de los productos tecnológicos que utilizan a diario. De hecho, como se encontró en la reciente investigación global de SOTI: “Reducir, Reutilizar, Repensar: De la Mentalidad de Descarte a la Sostenibilidad Tecnológica”, el 70 % de los líderes de TI en México cree que los dispositivos se reemplazan prematuramente, lo que no solo afecta el medio ambiente, sino también sus presupuestos.
Según lo expresado por los encuestados, los teléfonos inteligentes, las tabletas y los wearables son los dispositivos que con mayor frecuencia se descartan innecesariamente, que suelen ser utilizados en almacenes y centros de distribución, especialmente los wearables. Y si bien las empresas han establecido objetivos de sustentabilidad, el 78% de los líderes del país cree que tener los últimos dispositivos de hardware a su disposición hace que su organización sea más atractiva para los trabajadores. Estos resultados abren un abanico de posibilidades y la necesidad de que las empresas identifiquen modelos operativos viables que les permitan unir estas aspiraciones aparentemente contrapuestas.
Alrededor del 60% de los responsables de la toma de decisiones de TI está de acuerdo en que la gestión de dispositivos es un problema ambiental importante para su organización. Sin embargo, aún se necesita dar un salto definitivo para ampliar la usabilidad de los dispositivos, reducir los residuos electrónicos de las empresas y, por tanto, los constantes gastos presupuestarios que generan el deseo prematuro por ellos.
Hacer un mejor uso de los recursos electrónicos
Tal y como se destaca en el informe global, se puede deducir que gran parte del presupuesto de las empresas, independientemente de su tamaño, se está destinando a la sustitución de piezas completas de hardware, en lugar de cuidarlo de forma óptima, lo que alarga su ciclo de vida, o el reemplazo de piezas que reduce en gran medida la inversión de comprar un dispositivo completamente nuevo.
Es una suposición común que el final de la vida útil de la batería equivale al final de la vida útil del dispositivo, pero ese no es el caso. Muchas de sus baterías pueden ser reemplazadas, evitando un desperdicio de dinero y hardware, lo que puede beneficiar el presupuesto en otros frentes que también promueven la transformación digital, optimizan los procesos logísticos y disminuyen el impacto ambiental. Instalar soluciones de movilidad que faciliten la administración remota, actualización y resolución de problemas técnicos de los dispositivos para prolongar su vida útil, contratar un servicio de consultoría para mejorar las operaciones o incluso comprar una herramienta de logística que permita a la empresa trazar mejores y más eficientes rutas podría ser otra gran manera de reubicar el presupuesto.
Hoy en día, existen formas más rentables y sostenibles de abordar el desecho innecesario de dispositivos. Una opción que toma fuerza es el alquiler de dispositivos electrónicos, que luego se pueden devolver a cambio de un nuevo modelo. Esto garantiza que los fabricantes puedan reciclar los dispositivos desechados para obtener nuevos productos y que no terminen en vertederos.
El aprovechamiento de los recursos es clave para cumplir objetivos sostenibles, cuidar el medio ambiente y optimizar los costos operativos. Avanzar en este tema específico podría desencadenar un cambio de mentalidad más amplio en el que el diagnóstico y la reparación de dispositivos se vuelvan más comunes que el desguace y la actualización. Así, todas las áreas de la empresa mantendrán un ritmo de trabajo eficiente, tendrán acceso a dispositivos útiles y funcionales, reducirán el presupuesto invertido en equipos y, sobre todo, podrán reducir su impacto ambiental.
Revisa mi columna anterior: Los retos de la logística aeroportuaria en la era post-COVID
Michell Escutia es el director comercial de SOTI para América Latina, donde junto con su equipo se enfoca en implementaciones críticas de tecnología móvil para negocios dentro de los servicios de salud, comercio minorista, transporte y logística y de campo. Michell aporta más de una década de experiencia en la industria de la tecnología y ha ocupado puestos estratégicos en empresas como Bank Santander, Panasonic de México y SOTI.
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