Las empresas enfrentan la fase más complicada de la pandemia en términos de la atención del comercio electrónico (e-commerce) y, sobre todo, en el tema de la última milla para la entrega de los paquetes hacia el consumidor final.
“El usuario ya no permite que haya fallas en términos logísticos”, aseguró en entrevista con T21 Mario Juárez, gerente de ventas en Adobe Commerce, quien recordó que tras el auge del e-commerce de los últimos 2 años, debido a los efectos de la crisis sanitaria, los consumidores han elevado sus niveles de exigencia tanto en la calidad de los productos como en la rapidez en las entregas.
De acuerdo con el estudio global de SOTI, Desde Los Clics Hasta Los Envíos: Cómo Navegar la Crisis Global de la Cadena de Suministro 2022, en el caso de México, 64.2% de los consumidores favorece la entrega a domicilio y 86% considera que la velocidad de entrega es un factor importante al momento de realizar una compra.
Incluso, las estrategias de fulfillment (niveles de cumplimiento) que han desarrollado mercados en línea (marketplaces) como Mercado Libre o Amazon, en donde se pueden encontrar productos importados con un precio más elevado, pero que puede ser entregado en 24 horas y no en el periodo de tiempo normal que tomaría traerlo desde Asia, por ejemplo, ha sido una tendencia que ha marcado las preferencias de consumo de las personas.
“Estamos en la época en la que el precio ya no es el rey, es justamente la experiencia que le dé al cliente, y dentro de la experiencia entra la última milla y prácticamente nos estamos volviendo más exigentes”, afirmó.
Sin embargo, Mario Juárez consideró que esta tendencia de las “turbo entregas” entrará en un periodo de estabilización al existir un número finito de mercancías que pueden ser transportadas bajo estos niveles de precisión, además de que muchas empresas aún no están preparadas.
Así mismo, la demanda de mayor rapidez en las entregas de los productos adquiridos en los anaqueles digitales se topa con otra tendencia que se está presentando en el mercado del e-commerce, es decir, con las estrategias medioambientales de las empresas que buscan disminuir su huella de carbono precisamente en esta actividad.
Al haber un mayor número de productos transportados en esta fase de la última milla y más unidades vehiculares atendiendo esta actividad, sea o no ultra rápida, ha colocado a las empresas en una encrucijada.
Sin embargo, compañías como Coppel planean “premiar” con bonos a los clientes digitales que no demanden una entrega ultra rápida; o existen otras estrategias de empresas de mensajería y paquetería, como Estafeta, quien recientemente informó de la implementación de su programa EnBio, con el que pretende compensar el impacto generado por los servicios logísticos por medio de la compra de bonos de carbono.
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Por su parte, Mario Juárez identificó que la adopción de tecnología por parte de las pequeñas y medianas empresas que les aporte a mejorar sus procesos logísticos, sumaría al esfuerzo por implementar estrategias medioambientales.
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