Fast fashion y última milla: lecciones de logística para el comercio global

por elogis

En el mundo del comercio electrónico, la última milla es el eslabón más crítico de la cadena logística. No solo representa el mayor porcentaje del costo total de una entrega, sino que también define la experiencia del cliente. Un retraso, una ruta mal optimizada o una entrega fallida pueden ser la diferencia entre la lealtad o el abandono de un consumidor.

Un caso interesante es el de los gigantes asiáticos de la moda rápida. El modelo de negocio de este tipo de compañías ha logrado entregar millones de paquetes, a cualquier parte del mundo, manteniendo costos bajos y tiempos de entrega razonables.

Su éxito radica en la redefinición de la logística global. No solo han descentralizado su red de distribución lo que permite despachar productos de manera masiva para luego redistribuirlos localmente a través de socios estratégicos, sino que también han perfeccionado el uso de Inteligencia Artificial (IA) para predecir la demanda.

Y es que no solo usan tecnología avanzada para predecir los picos de compra sino para analizar tendencias de moda y ubicar el inventario en los lugares adecuados antes de que los clientes compren. Este nivel de anticipación reduce los tiempos de envío y evita sobrecargas en el sistema logístico.

No obstante, la entrega rápida no es suficiente si el proceso no es confiable. Los operadores de moda optimizan cada kilómetro del trayecto final, utilizando algoritmos inteligentes que analizan datos en tiempo real, ajustando las rutas de entrega según el tráfico, las condiciones climáticas y la densidad de pedidos en cada zona.

Además, al diversificar sus opciones de entrega disminuyen los costos operativos al reducir los intentos fallidos de recepción de los paquetes. Dentro de su esquema construir una flota de transporte propia no es prioridad, en cambio sí lo es contar con una red de distribución local que permite escalar operaciones sin necesidad de invertir en infraestructura propia.

Eficiencia vs sostenibilidad: el dilema logístico

Si bien estos modelos son un referente en eficiencia, plantea una interrogante sobre sostenibilidad. La optimización de rutas y la consolidación de envíos han reducido emisiones, pero el alto volumen de paquetes enviados desde China sigue siendo un desafío ambiental.

El futuro de la logística de última milla deberá encontrar un balance entre velocidad, costo y sostenibilidad. La entrega ultrarrápida no puede seguir dependiendo exclusivamente de soluciones que generen más tráfico y emisiones. Aquí es donde tecnologías emergentes como los vehículos eléctricos, la IA y la planificación predictiva jugarán un papel clave.

Más allá del debate sobre su impacto ambiental, las empresas minoristas de fast fashion han demostrado que el éxito en la última milla no depende solo de la velocidad, sino de la planificación estratégica. Su capacidad para anticipar la demanda, optimizar rutas y diversificar las opciones de entrega es una lección para cualquier negocio que busque mejorar su logística.

En un mundo donde la expectativa del consumidor es cada vez más exigente, las empresas deben preguntarse: ¿estamos reaccionando a los problemas logísticos o los estamos anticipando? Quienes logren planificar con visión de futuro tendrán la ventaja competitiva en la carrera de la última milla.

Te invito a leer mi columna anteriorIA predictiva permite a empresas reducir tiempos de entrega a solo 1 día.

Álvaro Echeverría actualmente es CEO de SimpliRoute.

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