Me entero que Volaris y Frontier han decidido recuperar su antiguo acuerdo de Códigos Compartidos, es decir, que a ciertos vuelos de una se le va a poder colocar el código de la otra, algo que en este caso me parece una excelente opción de comercialización, especialmente en mercados que aún no han madurado del todo, toda vez que tanto la aerolínea mexicana y la norteamericana ofrecen, dados sus modelos de negocio y operación, básicamente los mismos niveles de servicio a sus pasajeros, tan buenos o tan malos como se quieran ver.
El problema se complica conforme una aerolínea como la española Iberia, que sin duda ha hecho un gran esfuerzo en los últimos años por mejorar la calidad de su servicio, o una Emirates, cuyo servicio es un referente mundial, ponen sus códigos en vuelos de una operadora con los retos en materia de calidad en el servicio como los tiene Viva Aerobus.
Dicho en otras palabras: si yo fuese un pasajero de Frontier y me topo con que la operadora de hecho, es decir, la aerolínea en la que realmente vuelo es una Volaris, lo más probable es que no tenga muchos motivos para quejarme, a menos que la experiencia resulte particularmente desagradable, pero, si soy un pasajero de Iberia que cruzó el Atlántico en un flamante Airbus A350, operado por ella desde Madrid hacia la Ciudad de México, y conecto con un vuelo de Iberia operado por Viva Aerobus con destino a donde sea, o hago lo propio después de haber volado en Emirates, la verdad es que en una de esas me llevo fácilmente una sorpresa desagradable y por ende sumo motivos para quejarme.
Lo he dicho anteriormente: de por sí el concepto del Código Compartido me parece una herramienta más bien engañosa, como para ahora que las aerolíneas que se han esmerado en proporcionar un servicio de calidad a sus favorecedores firmen este tipo de instrumentos con aerolíneas dispares que no hacen otra cosa que poner a los clientes de uno en manos de un tercero que es evidente tiene problemas de gestión de calidad, por lo menos desde la perspectiva de quien firma esta nota, quien ha tenido experiencias recientes tanto en Iberia como en Viva Aerobus, en especial en esta última a la que consistentemente percibe con retos en el trato que le da a sus favorecedores, particularmente a nivel de aeropuertos, en los que hay que decirlo, ofrece un servicio que es una desgracia y una vergüenza para el aerotransporte mexicano.
No faltará, y por cierto con justa razón, que alguien me diga que seguramente Emirates e Iberia hicieron los debidos estudios sobre la gestión de calidad del servicio de Viva Aerobus antes de firmar los acuerdos. No lo dudo, como no dudo que en una de esas a la española o no le estén llegando las quejas o sus controles no estén siendo tan efectivos como deberían, a menos que los de Iberia estén cómodos con lo que ha hecho Viva Aerobus, le haya pasado a sus pasajeros lo que le haya pasado en ella o hayan decidido reducir sus niveles de servicio a los de la aerolínea mexicana, algo que me parecería lamentable en una aerolínea de la importancia que tiene Iberia. Mejor no digo nada de Emirates…
El mensaje es claro: no se deje engañar estimado pasajero y no permita que “le den gato por liebre”.
Comenta y síguenos en X: @GrupoT21