VERACRUZ, VER.- De no abordar el barco de la modernización tecnológica, que avanza a un ritmo cada vez mayor, la educación náutica en México está en peligro de quedar obsoleta.
El director general del Fideicomiso Universidad Marítimo Portuaria de México, antes Fidena, Capitán Miguel Ángel Osuna Rodríguez, tiene un gran reto por delante. Su misión es llevar los últimos avances tecnológicos relacionados con la navegación y las embarcaciones a las aulas de las escuelas de la marina mercante.
En su participación en el Foro Internacional Marítimo y Portuario, organizado por la Red PBIP México Internacional, presidida por él mismo, refirió que incluso había estado incrédulo por los navíos de última generación totalmente autónomos que ya están navegando algunos océanos en el mundo.
“Los marinos mercantes y la gente operadora portuaria podemos quedar obsoletos en la operación como conocemos [de] la cadena de logística del transporte, cuando hablamos de barcos con tripulación hasta barcos cien por ciento autónomos la afectación es sobre el personal”, dijo.
Foto: Miguel Ángel Osuna en su participación en el Foro Internacional Marítimo y Portuario 2022.
El Fidena, como antes era conocido este fideicomiso, ha formado un total de 8 mil 247 marinos mercantes (pilotos y maquinistas navales), desde su creación en 1972 y con datos hasta octubre de 2019. Cabe recordar que el actual sexenio ha concedido a la Secretaría de Marina la administración total de los puertos del país y, por ende, las actividades educativas de la marina mercante, antes coordinadas por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.
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Estos marinos mercantes tienen que prepararse para atender los nuevos requerimientos de una industria marítima en constante actualización tecnológica. De acuerdo con la clasificación de la Organización Marítima Internacional, existen cuatro grados en los que un barco requiere de personal especializado.
Grado 1: buque con procesos automatizados y apoyo en la toma de decisiones; grado 2: buque controlado a distancia con gente de mar a bordo; grado 3: buque controlado a distancia sin gente de mar a bordo; y grado 4: buque totalmente autónomo.
Los marinos mercantes son los encargados de las actividades comerciales del país relacionadas con el comercio exterior, la pesca, el turismo y las petroleras; así mismo, también son custodios del cumplimiento del Código PBIP, es decir, la seguridad en la interfaz buque-puerto tanto en la llegada, estancia y zarpe de las embarcaciones.
El Fideicomiso Universidad Marítimo Portuaria de México es el encargado de las operaciones de cuatro escuelas náuticas establecidas en las ciudades de Mazatlán, Tampico, Veracruz y Campeche.
Foto: Instalaciones de la Escuela Náutica Mercante de Veracruz.
Miguel Osuna destacó que el fideicomiso buscará enfocar sus estrategias en la investigación de las nuevas tecnologías, así como llevar a los simuladores instalados en las escuelas los más recientes softwares de las compañías que producen los sistemas de navegación, para que un marino mercante en formación pueda contar con los elementos necesarios al momento de su ingreso al mundo laboral.
“Tengo que preparar a ese capitán para esas nuevas tecnologías que no soy capaz de visualizar. Necesitamos esa área de investigación y desarrollo (…) el reto en la educación es que la tecnología va más adelante de todo, se manifiesta a través de revistas científicas y llega cinco años después a los libros”, dijo.
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