A la fecha la capacidad del Sistema Nacional de Refinación (SNR) no permite cumplir con las condiciones de calidad de diésel Ultra Bajo Azufre (DUBA), hacia 2019 de las seis refinerías con las que cuenta el país, prácticamente cuatro estaban o en proceso de mantenimiento o en fase de reacondicionamiento, hoy la situación no es muy diferente.
En este sentido y a propósito de la entrada en vigor de la actualización de la NOM-044 (referente a las emisiones de motores a diésel) de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) que determina que a partir de 2025 sólo se podrán comercializar en México vehículos con tecnologías Euro VI y EPA 2010, Carlos Vallejo, socio fundador de QUA Energy Consulting, refiere que el SNR está trabajando al 40% de su capacidad, aunque en ciertos momentos existe un pico de producción que ayuda en ocasiones a tener cierto tipo de petrolíferos.
“En estricto sentido el diésel DUBA es un producto que no va a poder suministrarse por las condiciones específicas de las seis refinerías que se tienen en el país. Lo que vamos a ver en el futuro es una especie de prórroga adicional. Aunque los transportistas tienen el interés de que exista expendio de este producto, inclusive por cuestiones de pólizas de de los equipos porque algunos se ven afectados porque no están respetando las garantías debido a que no se suministra diésel UBA”, aseguró Vallejo.
El especialista detalló que una vez que la nueva administración entre en funciones se podrá ver una mayor apertura para revisar y realizar una modificación a la NOM-016 de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) que detalla las especificaciones de calidad de los petrolíferos.
Vallejo propugna que las asociaciones y cámaras ligadas al transporte de carga por carretera, así como los fabricantes de los vehículos comerciales pesados, tengan lazos estrechos de comunicación con las instituciones encargadas del tema e incluso con la nueva dependencia de ciencia y tecnología.
“Esto empujaría a trabajar en conjunto y lograr que se destrabe el tema, pero esto más que una voluntad política al final quien materializa el tema es Pemex, si la paraestatal no tiene la capacidad de producir y suministrar diésel UBA el menos en zonas geográficamente estratégicas no se va a poder cumplir con los objetivos”, afirmó.
La situación abre una ventana de oportunidad a las empresas importadoras de combustibles que podrían importar una mayor cantidad de diésel UBA para satisfacer la demanda.
“En estricto sentido, la renovación del parque vehicular del transporte de carga e incluso el crecimiento de las flotas por efectos del nearshoring es impulsado en cierta medida por el cumplimiento de la norma, sin embargo, por cuestiones técnicas del SNR no lo ha podido lograr y a corto plazo no se ve como una realidad que lo consiga”, concluyó.
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