El sector del autotransporte de carga en México atraviesa uno de los periodos más retadores de los últimos años, la combinación de incertidumbre geopolítica, la disminución de la actividad económica y la crisis en la industria maquiladora de Baja California han colocado a los transportistas en una encrucijada.
La capacidad de adaptación y la implementación de estrategias efectivas serán clave para sobrevivir y prosperar en este complejo panorama.
De acuerdo con datos recientes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la industria maquiladora de Baja California registró en 2024 una pérdida de 16 mil 885 trabajadores, la cifra más alta en 15 años.
Este descenso es la continuación de una tendencia que preocupa al sector, pues en 2023 ya se había reportado la baja de 14 mil 670 empleados.
Ni siquiera en 2019 (año pandémico) se registró una afectación de esta magnitud. Con un total de 346 mil 373 empleados, la maquila en Baja California refleja los estragos de la desaceleración económica, afectando de manera directa la demanda de transporte de carga.
Este escenario exige a los transportistas una respuesta estratégica. Ante ello, Israel Delgado, vicepresidente de la región noroeste de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), advierte que la rentabilidad en este contexto dependerá de la capacidad de optimizar operaciones y diversificar servicios.
Entre las principales acciones recomendadas por Delgado se encuentran:
- Optimización de costos: Ante márgenes de ganancia cada vez más reducidos, eliminar gastos innecesarios es prioritario. La negociación con proveedores de combustible, mantenimiento y seguros puede marcar la diferencia entre mantenerse en operación o salir del mercado. Además, aplicar un mantenimiento preventivo estricto evitará gastos inesperados en reparaciones costosas.
- Diversificación de servicios: Explorar nuevas rutas y sectores que requieran transporte confiable puede abrir oportunidades en mercados menos afectados por la crisis. Incorporar servicios de almacenamiento, logística o transporte especializado también representa una vía para compensar la caída en la demanda tradicional.
- Uso de tecnología: La digitalización ya no es una opción, sino una necesidad. Implementar software de gestión de flotas, monitoreo del consumo de combustible y aplicaciones que optimicen la búsqueda de cargas es clave para maximizar la rentabilidad y reducir los viajes vacíos.
- Fortalecimiento de relaciones comerciales: En tiempos de incertidumbre, las alianzas estratégicas son un salvavidas. Mantener una comunicación estrecha con los clientes actuales y explorar acuerdos con nuevas empresas permitirá asegurar contratos a largo plazo y garantizar estabilidad financiera.
- Negociación de tarifas: No todas las cargas valen la pena. Evaluar los costos operativos antes de aceptar tarifas bajas es fundamental para evitar operar con pérdidas. También es clave negociar precios con base en el comportamiento del combustible y la oferta-demanda del mercado.
- Planificación financiera: En un entorno volátil, contar con un fondo de emergencia es crucial. Reducir deudas innecesarias y mejorar la gestión del flujo de efectivo permite a las empresas resistir periodos de baja demanda sin comprometer su viabilidad.
- Adaptación a regulaciones y tendencias del mercado: Mantenerse informado sobre cambios en las regulaciones ayuda a evitar sanciones y adaptarse a nuevas oportunidades. El auge del comercio electrónico y la logística de última milla representan tendencias que pueden ser aprovechadas con los ajustes adecuados.
La crisis en la industria maquiladora de Baja California es una señal de alerta para el sector del autotransporte. Aunque este sector ha mostrado a lo largo de la historia que han sabido sortear todo tipo de retos. Sin embargo, los transportistas que logren adaptarse rápidamente estarán en una mejor posición para sortear la tormenta y salir de esta coyuntura.
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