Ryder México tiene claro que no planea competir en materia logística con los principales marketplaces (mercados en línea) en su afán por adaptar sus servicios a la actividad del comercio electrónico (e-commerce).
Sin embargo, este operador logístico ha venido desarrollando a lo largo de la pandemia por COVID-19 diferentes estrategias para atender a empresas que requieren conservar su independencia en el servicio que ofrecen a sus clientes digitales.
“Nuestra manera de competir en el mercado y en el mundo del comercio electrónico va más enfocada a aquellas compañías que quieren mantener su prestigio y su marca, su empaque, de cierta manera que tienen un celo, en el tono positivo, por su marca, sus productos, y que requieren de un ejecutor; entonces estamos incorporando tecnología que ya teníamos en Estados Unidos para poder manejar órdenes así de pulverizadas”, comentó a T21 Ricardo Álvarez, director comercial y de diseño de soluciones de Ryder México.
En este proceso, la compañía de origen estadounidense ha volteado a analizar la infraestructura con la que cuenta en el país para sacarle el mejor provecho posible. Esto va desde sus centros de distribución de entre 25,000 y 30,000 metros cuadrados en promedio, fungiendo como almacenes multiclientes.
Durante las últimas décadas el operador logístico ha atendido a un mercado industrial en apogeo en México, en el que el traslado de mercancías entre fábricas o centros de distribución ha sido su principal foco. Pero el cambio que detonó la actual crisis sanitaria en los hábitos de consumo de las personas ha abierto un negocio logístico importante para muchas empresas en la atención del comercio electrónico y en distintos niveles.
“Es una oferta que hoy todavía no está pública, que estamos en pleno desarrollo y no nos queremos equivocar, queremos ir a paso firme y que va a salir al mercado como algo poco customizado y que pueda ser más parecido a un one size fits all, o algo que le queda a un universo de empresas preseleccionadas y que el cliente pueda absorber ese costo porque un tercero se haga cargo de la ejecución detrás de cámaras, de la operación logística que implica para ellos mantener el prestigio de su marca, sus propias plataformas tecnológicas y, a través de nuestra tecnología, conectarnos a la de ellos y darles ese respaldo”, dijo.
En este sentido, aunque Ricardo Álvarez no ofreció más detalles sobre los cambios que ha venido aplicando, Ryder México ha adaptado diversos centros de distribución para convertirlos en fulfullment centers o unidades donde se consolida, desconsolida, prepara y empaqueta la mercancía a petición del cliente y se envía en los tiempos prometidos al consumidor final.
Para alcanzar esta última parte de la entrega, la compañía planea incorporar los servicios especializados de compañías de transporte exprés que se dedican a la llamada última milla, o incluso para productos más voluminosos tiene previsto adquirir unidades vehiculares medianas (posiblemente eléctricas) con las que llevaría las mercancías a su destino final.
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