Debido a la escasez de insumos para la producción de aparatos electrónicos, la falta de contenedores, el encarecimiento de hasta 300% de fletes internacionales (en el caso de México desde Asia los fletes alcanzan aumentos de entre 900% y hasta 1000%), así como reducción en la actividad en puertos clave para el comercio internacional, podría haber desabasto de productos para El Buen Fin, Navidad y Reyes Magos, sobre todo en productos electrónicos, juguetes y ropa, de acuerdo con Drip Capital México.
La fintech especializada en financiamiento a exportadores e importadores sostuvo que, ante la escasez de contenedores que se presenta a nivel mundial desde mediados de 2020, diversos sectores industriales sufrieron afectaciones en los tiempos de entrega y la planeación logística.
De este modo, se prevé que esta escasez sea superada hasta 2022, por lo que hay una alta posibilidad de que, en temporada alta de consumo, exista una disponibilidad menor de productos de industrias como la textil, juguetera y electrónica (sobre todo telefonía y computación).
De acuerdo con Descartes Datamyne, Estados Unidos enfrenta un estancamiento histórico de contenedores, pues de cada 100 unidades que llegan a sus puertos solo se exportan 40; es decir, 60 se están acumulando en una ruta en la que se trasladan 900,000 contenedores por mes en promedio.
Por otra parte, a mediados de este año se dio un nuevo retraso y crisis de logística causada por un rebrote de COVID-19 en la zona del puerto de Yantian, China, el tercer puerto más importante en el mundo, mismo que presentó una caída en la capacidad de operación de 30%, con una estimación de 175,000 contenedores retrasados.
Sumado a ello, desde diciembre de 2020 se encendieron las alertas ante una clara escasez de semiconductores que, motivada por una alta demanda y baja producción de estos insumos, ha causado estragos en industrias como la automotriz y de aparatos eléctricos.
Según estimaciones de la consultora Alix Partners, esta carencia de insumos costará a la industria automotriz hasta 110,000 millones de dólares en ingresos para este año.
“Pese a un posible desabasto de productos importados, principalmente de países asiáticos, cuando hablamos de grandes marcas de electrónicos y de videojuegos (que se han mantenido estables desde el año pasado) será poco probable ver afectaciones en sus precios, más allá de los directamente relacionados a la inflación o tipos de cambios. En situaciones como esta hay un potencial de la generación de fenómenos como la proliferación mercados secundarios informales, dedicados a revender estos bienes a sobreprecio y de segunda mano”, señaló Gregorio Vázquez, director comercial de Drip Capital México.
Sin embargo, precisó que “para el micro o pequeño importador (el que trae, por ejemplo, mochilas para temporada escolar o pijamas para invierno) sí es probable que se vean afectados los precios debido a la disponibilidad de producción en origen, la cual puede elevar el costo para colocar órdenes de compra a México”, acotó.
La ruta para llegar a México
Según el análisis de Drip Capital, los 3 países de los que México realiza más importaciones en temporadas altas son China, Corea del Sur y Tailandia. De estos, los principales puntos de exportación marítima son los puertos de Shenzhen, Xiamen, Shanghái y Qingdao, al norte de China, Busan en Corea del Sur y Bangkok en Tailandia.
En cuanto a la ruta y tiempos de traslados de mercancías, el análisis de la fintech resalta que las importaciones realizadas desde estos puntos usualmente llegan de manera directa, al atravesar el océano Pacífico.
Sin embargo, existe una alternativa más competitiva en temas de costo, pero más extensa en tiempo de tránsito: el trayecto conocido como “Cross Trade” que, por vía marítima, realiza escalas por algunos países de Europa para desembarcar en México. Este proceso reduce costos logísticos hasta en 66%, en comparación con envíos más directos, pero aumenta los tiempos que van desde 45 a 60 días.
“Estas cargas salen de países como Pakistán, India o Arabia y toman curso por el Canal de Suez en el Mediterráneo. Generalmente hacen transbordo en algún puerto del norte de Europa como Francia, Alemania o Bélgica y conectan a México de forma prácticamente directa, haciendo algunas escalas menores. Llegan a México por el Atlántico, en el Golfo, especialmente en Altamira y Veracruz”, apuntó Gregorio Vázquez.
A decir del especialista, otro aspecto a resaltar en el calendario del proceso importador es el paso por aduanas, pues en ocasiones los programas de prevención, como los semáforos de inspección de mercancías, pueden retrasar el arribo de las mercancías. Además de ello, existe la posibilidad de generar gastos extras en caso de adquirir un impuesto no previsto.
Con base en estos retos, Drip Capital propone a las empresas importadoras mexicanas tomar precauciones al realizar pedidos para cubrir la demanda de temporadas altas, como los tiempos de entrega que pueden variar de acuerdo a la temporada, pues es posible que haya saturación de fletes durante temporadas altas, ya que los envíos se realizan de forma general en periodos semanales. Por este motivo, se debe contar con al menos 1 o 2 semanas más contempladas en el calendario logístico en caso de que exista algún retraso en el flete o aduanas.
Asimismo, contar con opciones de financiamiento puede ser de ayuda en caso de que se enfrente a una situación complicada con importadores. “Es importante considerar a tus proveedores pequeños y medianos, así como sus procesos logísticos, pues si cuentan con capital o coordinación, puede ocasionar retrasos inesperados en tu propia operación. Para ellos, contempla convenios para ofrecer financiamiento a tus socios o proveedores con el fin de eficientar (sic) tu cadena de suministro”.
Por otro lado, diversificar los artículos que la empresa vende, es decir, si una empresa se dedica a la venta de una categoría puede ampliar su catálogo a productos similares de otras marcas, con el fin de mantener sus ventas con otros consumidores.
“Como todos los mercados, el comercio es cíclico: eventualmente tendrá que existir una recuperación, incluso la proliferación de nuevas industrias. Más allá de un cliché, los tiempos de crisis son tiempos de oportunidad, por lo que eventualmente notaremos el desarrollo de nuevas industrias, productos, servicios y tecnologías, así como la recuperación paulatina de la economía y de las importaciones y exportaciones mexicanas”, concluyó Gregorio Vázquez.
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