Amphenol es una compañía global con operaciones en 120 países. En México cuenta con 7 plantas de manufactura -más que nada en la región de la frontera norte- en donde fabrica productos de interconexión y telecomunicaciones con el soporte de al menos 2,500 empleados.
“Uno de los servidores máster de Zoom trabaja con cables de Amphenol”, aseguró Andrés Aguilar Rocha, gerente de cumplimiento comercial de la empresa, en su participación en el webinar Creando valor en los parques industriales a través del Operador Económico Autorizado (OEA), organizado por la Asociación Mexicana de Parques Industriales Privados (AMPIP).
A últimas fechas, esta compañía ha solicitado a El Dorado, el parque industrial donde se encuentra una de sus plantas en Mexicali, Baja California, que se adhiera al programa OEA, al haber 3 compañías en el recinto inmobiliario que se rigen bajo este esquema de seguridad, pero también para mantener la confianza de sus operaciones ante las autoridades aduaneras, tanto de México como de Estados Unidos.
La política de seguridad que ha instalado Amphenol de manera más robusta comienza en 2005, cuando obtuvo la certificación CTPAT (Customs Trade Partnership Against Terrorism) que otorga el gobierno de Estados Unidos, principalmente para las empresas u operadores logísticos que tienen relación con la cadena de valor en el comercio internacional y que ingresan a su territorio. Es una certificación originada por los ataques del 11 de septiembre de 2001.
La certificación OEA en México, derivada del Marco SAFE de la Organización Mundial de Aduanas y gestionada por el Servicio de Administración Tributaria (SAT), permite a los parques industriales adherirse a este esquema de estándares de seguridad, bajo el razonamiento de que estos inmuebles son parte de la cadena de valor de las empresas con actividades de comercio internacional.
OEA busca, a través de 11 estándares de seguridad, que las empresas mantengan actividades de comercio internacional seguras y libres de ataques, robos o “contaminación” (en el caso de tráfico de drogas, de armas o de personas, entre otros). Quienes se adhieren a estas prácticas, de manera voluntaria, son recompensados con beneficios en sus operaciones aduaneras (como el uso de carriles exprés) al considerarse “empresas confiables”.
“Los beneficios han sido infinitos, tanto de inspecciones mínimas a la importación como a la exportación, controles estadísticos de rojos en aduana mínimos, cero manipulación a nuestras mercancías. Pero esos beneficios no se ganan solos, hemos ya recibido visitas de seguimiento de inspección de OEA, del SAT, nos ha ido muy bien, gracias a los enfoques de la planta y que el corporativo nos apoya a implementar”, afirmó Andrés Aguilar.
El gerente de cumplimiento comercial de Amphenol detalló que sus tiempos de cruce en frontera van de 15 a 20 minutos en dirección norte, y de 20 a 25 minutos hacia el sur.
En México, la mayor parte de empresas extranjeras se encuentra instalada en los parques industriales miembros de la AMPIP (de hecho, aglutina a más de 360 parques industriales ubicados en 24 estados en el país, en donde operan 3,540 empresas de 18 industrias y de 41 países).
Con fecha de actualización al 2 de mayo de este año, el SAT contaba en su lista de parques industriales certificados OEA solamente a 2 inmuebles de un mismo desarrollador (FINSA), a pesar de que estos pueden obtener esta certificación desde 2017.
Para que los parques industriales pudieran obtener la certificación OEA, la AMPIP realizó previamente las gestiones ante la autoridad mexicana para que fuera instalada esta opción. De hecho, fue el primer país en el mundo en hacerlo. En ese momento, unos 5 desarrolladores inmobiliarios se sumaron al proyecto piloto. Uno de ellos fue WTC Industrial.
“La delincuencia organizada está en todos los países y en el intercambio de mercancías y de productos más, entonces cómo cuidamos esto y cómo le damos certidumbre al gobierno federal, cómo a los de otros países de que estamos haciendo bien las cosas. [La certificación OEA] tiene un costo, más que los equipos y la tecnología, es la voluntad y tiempo de hacer. Ha sido muy positivo para nosotros”, dijo José Luis Contreras, director general de Grupo Valoran, propietario de WTC Industrial, instalado en San Luis Potosí, quien también participó en el programa virtual de la AMPIP.
Ante la dificultad que para algunos parques industriales ha representado la obtención de la certificación OEA, la AMPIP ha instalado el Programa Parque Industrial Seguro con el que pretende echar a andar las buenas prácticas de los desarrolladores en esta materia, y del cual apenas en marzo de este año graduó a sus primeros 11 pupilos, de la mano también de Ubicuity y la Asociación de Empresas Seguras (AES).
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“El porqué de los parques, porque yo como empresa importadora y exportadora me voy a alojar en un parque industrial que sea seguro, transparente y confiable, y de esa manera me va a agregar mucho valor para que pueda ser ágil y competitivo en mi operación”, aseguró Carlos Farfán, presidente ejecutivo de AES, presente en el webinar de la AMPIP.
La seguridad con la que actualmente trabaja Amphenol en México, basada en los estándares del OEA, ha significado la incorporación de un número importante de personal que esté relacionado con el seguimiento de estas prácticas, así como la generación de una cultura de la seguridad que permee al interior de su organización.
De manera “externa”, se han instalado zonas de riesgo, sistemas de reconocimiento facial, “no cualquiera puede manipular un embarque”, mencionó Aguilar. Así mismo, la inspección de camiones, uso de caninos y la vigilancia de los camiones con dos GPS (de la empresa transportista y de ellos mismos).
“Manejamos análisis de riesgos y protocolos, zona de monitoreo, camión en vivo, porque nuestra compañía está alejada 25 o 30 minutos de la frontera y se pudiera secuestrar o manipular para contaminar la carga. No solo es proteger a un camión que entre con drogas o armas, sino con tráfico de personas. Hay mucho migrante que quiere entrar a Estados Unidos, se te suben entre las llantas. Se necesita bastante seguridad”, dijo.
Incluso, para ingresar a su fábrica se requiere de cruzar por 2 casetas. La primera, la del exterior y que es vigilada por el parque industrial; la segunda en las inmediaciones de la planta. Sin embargo, para poder ingresar por la primera de ellas se necesita una “invitación”, es decir, cualquier visita y sin excepción tiene que presentar un código QR.
La estrategia de seguridad de Amphenol también va más allá de su actividad, ya que al estar relacionado con varios actores en su cadena de suministro solicita que estos cuenten con la certificación OEA, en el caso de agentes aduanales, transportistas y todo aquel susceptible de contar con ella. Ese nivel ha alcanzado la cultura y la presión de algunas empresas para demostrar su seguridad y aún así operar correctamente y ser competitivos.
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