Por Carlos Humberto Infante y Loya*
Cada día, miles de pacientes con cáncer en el mundo dependen de la precisión y eficiencia de la cadena de suministro farmacéutica para acceder a tratamientos que pueden salvarles la vida. Sin embargo, garantizar que estos medicamentos lleguen en condiciones óptimas no es tarea sencilla: requieren un control térmico riguroso y una logística altamente especializada para preservar su efectividad.
En el marco de fechas clave como el Día Mundial del Cáncer de Cérvix (26 de marzo) o el Día del Cáncer de Colón (31 de marzo), es crucial destacar el papel que juega la tecnología en la logística oncológica. Sin innovaciones en la cadena de frío, la distribución de terapias avanzadas, como los fármacos biológicos y la inmunoterapia, sería mucho más compleja y limitada.
Más allá de la logística: asegurando vidas
Para muchos pacientes, cada minuto cuenta. Un medicamento que pierde estabilidad térmica durante su transporte puede significar la diferencia entre un tratamiento efectivo o una opción terapéutica fallida. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), hasta el 20% de los productos farmacéuticos se ven comprometidos por fallos en la cadena de frío, lo que resalta la urgencia de mejorar los procesos logísticos.
Aquí es donde los avances tecnológicos están cambiando las reglas del juego. Empaques pasivos reutilizables, sensores IoT y sistemas de monitoreo en tiempo real permiten no solo mantener la temperatura controlada, sino también reaccionar ante cualquier desviación antes de que afecte la calidad del medicamento. Estos empaques son sometidos a pruebas en cámaras climáticas que simulan ambientes extremos, ya sean cálidos o fríos, para garantizar la calidad y seguridad de los productos termosensibles durante toda la cadena de frío.
Logística oncológica: un reto y una oportunidad
El mercado global de cadena de frío está en plena expansión. Según Grand View Research, se prevé que supere los 371 mil millones de dólares en 2025, consolidándose como un pilar fundamental para la distribución de medicamentos oncológicos. Estos tratamientos, que requieren condiciones entre 2 y 8 grados Celsius, pueden perder su eficacia si la temperatura fluctúa más allá de estos límites.
En América Latina, donde la infraestructura de salud aún enfrenta desafíos, la optimización de la logística puede marcar la diferencia en la equidad del acceso a tratamientos. Innovaciones como plataformas blockchain permiten garantizar la trazabilidad de los medicamentos, asegurando que lleguen a los pacientes en condiciones óptimas sin riesgos de falsificación o deterioro.
Impacto ambiental: hacia una logística sustentable
La lucha contra el cáncer no solo requiere eficiencia, sino también sostenibilidad. La logística farmacéutica tradicional genera una gran cantidad de residuos debido al uso de empaques desechables. Según Bioelements, más del 40% del plástico utilizado globalmente se usa una sola vez y luego se desecha. Si esta tendencia continúa, para el año 2050 habrá más de 12 mil millones de toneladas de residuos plásticos en el planeta, equivalentes a casi 80 millones de ballenas azules. Aquí es donde los diseños reutilizables juegan un papel clave.
Estos empaques de alto rendimiento no solo mantienen la estabilidad térmica durante más tiempo, sino que también reducen significativamente la huella ambiental al disminuir el desperdicio de materiales. Además, la adopción de soluciones de energía renovable en centros de distribución y el uso de vehículos eléctricos para el transporte farmacéutico están marcando un cambio en la industria.
El futuro de la logística oncológica
La combinación de tecnología, innovación y sostenibilidad está redefiniendo la logística en la industria farmacéutica. A medida que se fortalece la colaboración entre el sector privado y los organismos de salud, las soluciones avanzadas en la cadena de frío permitirán reducir las desigualdades en el acceso a tratamientos.
En la lucha contra el cáncer, la logística no es solo un medio de distribución, sino una estrategia clave para garantizar que cada paciente reciba el tratamiento que necesita, en el momento justo y en las mejores condiciones. La tecnología aplicada a la cadena de suministro no solo salva costos y optimiza procesos, sino que, en última instancia, salva vidas.
Cada eslabón de la cadena cuenta, y con cada innovación en logística, estamos un paso más cerca de un mundo donde ningún paciente se quede sin tratamiento por falta de acceso o fallos en la distribución.
Consulta la columna anterior de Carlos: Tendencias emergentes para la cadena de frío en 2025
*Carlos Humberto Infante y Loya actualmente es fundador y presidente del Consejo de Administración de Kryotec
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