En el primer trimestre del 2023 (1T23) México superó a China como el principal proveedor de Estados Unidos, al posicionarse en lo más alto de las exportaciones a esta nación. De acuerdo con el Reshoring Index realizado por Kearney, el país latinoamericano ha tomado protagonismo en bienes manufacturados importados por la Unión Americana.
“Un número significativo de compañías chinas comienzan a establecer parte de sus operaciones en México expandiendo sus capacidades y acercándose al mercado estadounidense. Se estima la demanda de empresas con sede en Asia como China o Taiwán para iniciar operaciones en México en donde se multiplicó entre cinco y 10 veces”, refiere el Reshoring Index.
Es precisamente por la coyuntura que se enfrenta que se debe identificar las necesidades que tienen cada una de las empresas en las diversas etapas del nearshoring. Para ello, deben explorarse los esquemas tradicionales como el FTL (Full Truckload o carro por completo) con el cross-border o incluso actividades de cross-dock, pero también LTL (Less-Than-Truckload o consolidado), o encontrar rutas alternas, como las conexiones marítimas desde México con la costa del Golfo de México en Estados Unidos.
“Los que denominamos nearshoring fase 1 son los que ya tenían presencia en México, y lo que han hecho es mover líneas de producción desde otra parte en donde se tenían, y están empleando los esquemas logísticos establecidos, como es el cross-border”, compartió en entrevista con T21, Edward Habe, vice president of Mexico Sales de Averitt.
Los del nearshoring fase 2, son los que Habe identifica como aquellos que están llegando por primera ocasión a México a instalar plantas de producción, y que son los que contribuyen en que la inversión extranjera directa (IED) enfrente en el 1T23 un incremento de 48% respecto al mismo ciclo del 2022.
“Esas dos fases motivan a implementar esquemas logísticos que no estén dentro de los esquemas tradicionales”, expresó Habe. Uno de esos esquemas es explorar los servicios de LTL, apoyando a las empresas que en muchas de las ocasiones envían servicios FTL, y que se tienen que desconsolidar en Laredo, Texas, para ser enviado al destino final.
“Pero también están las empresas que envían servicios FTL hasta el norte, Michigan, por ejemplo, y luego regresan parte de ese embarque a Texas. Con la oferta de servicio LTL se pueden atender directamente esos embarques, con una ventaja en eficiencia y costos”, agregó Edward Habe.
Para complementar los servicios de LTL y FTL, Averitt dispone con más de tres millones de pies cuadrados (cerca de 280 mil m2), para realizar actividades de distribución y fulfillment, atendiendo a los clientes que están viendo esta vertical de servicio, explicó Adrián Garza, consultor comercial para Averitt en México.
En el caso de las empresas que participan en la fase 2 del nearshoring, si bien sus volúmenes de producción se podrían comenzar a manifestar en uno o dos años, desde ahora es importante que se tengan visualizadas alternativas logísticas.
“La integración de los ferrocarriles para conectar los tres países de la zona T-MEC, motivará una diversificación logística. Pero también estamos hablando de operaciones marítimas, para conectar a los clientes del bajío o el occidente, para llegar a Port Miami para la distribución de sus productos”, describió Edward Habe.
En este sentido, Adrián Garza abundó que se tienen que encontrar todas las alternativas disponibles, con el objetivo de poder atender todas las necesidades que motivará la dinámica del nearshoring.
Además de Port Miami, se pueden encontrar alternativas en Mobile (Alabama), Nueva Orleans (Luisiana) o incluso otro punto en Florida, pero en Tampa.
Al tiempo, Averitt es consciente de la diversificación que se requiere en la frontera entre México y Estados Unidos, más allá de Laredo. En el caso de esta empresa se cuenta con presencia directa en El Paso y Eagle Pass, mientras que en el resto de la frontera se tiene presencia a través de socios de negocio.