En los próximos cinco años el nearshoring dejará ganancias al país por 168 mil millones de dólares (mdd) derivado de las exportaciones, cerca de 33.6 millones de dólares por año, mencionó Grupo Financiero Banorte.
De acuerdo a su estudio Zoom Nearshoring. El Informe Banorte, dicho monto representaría el 6.2% de las exportaciones no petroleras del año pasado.
“Gracias a múltiples factores como la localización, ventajas demográficas, economías de escala, menores costos y una nueva manera de gestionar riesgos en la cadena de suministro global, entre otros, este nuevo paradigma podría representar ganancias adicionales cercanas a168 mil mdd en exportaciones no petroleras durante los próximos cinco años, lo que implica un promedio anual de 33.6 mil mdd”, expuso.
Precisó que lo importante es entender que este fenómeno representa cambios estructurales cuyos efectos más importantes podrían verse en el mediano y largo plazo.
Explicó que el catalizador para dichas ganancias será de los sectores agropecuario y agroindustria, automotriz, aeroespacial, químicos y plásticos, ropa y otros accesorios, metales básicos, maquinaria y equipo, aparatos eléctricos y electrónicos, dispositivos médicos, así como el farmacéutico, muebles y juguetes, entre otros.
Indicó que para que el país pueda capitalizar de una manera importante las oportunidades provenientes del nearshoring, deberá de mejorarse la infraestructura en distintos frentes (eléctrica, agua, carreteras, puertos, etc.); fomentar políticas públicas y privadas que incentiven la inversión; llevar a cabo mejoras en el estado de derecho; continuar la apuesta por la formación de capital humano; mejorar la competitividad; incrementar la productividad de los factores; e incluir otros estados o regiones que no forman parte actualmente de la cadena productiva que se ha formado para atender al sector exportador.
“El nearshoring se da debido a que el comercio internacional está enfrentando un importante cambio de paradigma como resultado de una serie de modificaciones económicas, políticas y sociales. Los inversionistas han mostrado una creciente preferencia por una estrategia mucho más integral, que no únicamente contemple la eficiencia en costos, sino también la gestión de riesgos en la proveeduría de bienes”, dijo.
Mencionó que existen muchos motivos detrás de esta estrategia, entre ellos, la mitigación del riesgo de políticas públicas en países lejanos que ocasionen un retraso en la entrega de mercancías, los cuellos de botella ocasionados por el coronavirus, o inclusive para aminorar el efecto de conflictos bélicos como el que sucede desde el año pasado en Ucrania.
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