El fast fashion y el ultra fast fashion han obligado a los consumidores a comprar prendas que no duran por mucho tiempo, sin embargo, sus precios son muy competitivos, lo que los hace más atractivos para los clientes.
En México, las exportaciones de productos textiles y prendas de vestir representaron 3 mil 208 y 800 millones de dólares, respectivamente, durante los primeros seis meses del 2022, 18% más que en el mismo periodo de 2021, de acuerdo con la Cámara Nacional de la Industria Textil (Canaintex).
Sin embargo, el costo tan competitivo de las empresas de fast fashion, principalmente de Asia, es uno de los principales retos para la industria textil mexicana, de acuerdo con Jorge Antonio Orozco Pozos, director de Cadena de Suministro de Diltex Brands, empresa mexicana con más de 70 años de experiencia dedicada a la fabricación y comercialización de prendas íntimas.
“Al final con una aplicación puedes traer mercancía a muy bajo precio del otro lado del mundo, la verdad sí la vemos como una gran amenaza”, dijo en entrevista para T21.
Pese a esto, Jorge Orozco aseguró que un diferenciador de la industria mexicana es la calidad, pues el fast fashion está diseñado solo para usarlo y tirarlo, lo que también abre una brecha para que los usuarios hagan conciencia en temas de sustentabilidad.
Asimismo, comentó que la trazabilidad podría jugar a su favor, pues los insumos y los valores con sus empleados son cuestionables, ya que no se saben qué normas siguen para laborar, si sus proveedores obtienen las materias primas ideales o de igual manera son responsables social y sustentablemente.
“Creo que, en nuestro caso, el siendo coherentes con nuestros valores de responsabilidad social y sabiendo que aquí lo que nos importa es seguir generando empleos en México, el ser conscientes con el tema de honestidad, seguridad, felicidad en nuestros empleados y estar sujetos y cumplir las normas que el país nos esté este imponiendo, hacemos las cosas bien, pero no hay que perderlos de vista”, dijo.
Nearshoring, una oportunidad a largo plazo
Uno de los principales retos de la mayoría de las industrias durante la pandemia fue el traslado de sus insumos para la industria textil principalmente desde Asia, ya que los cuellos de botella y el alza en los precios de traslado creaban disrupciones importantes en las cadenas de suministro.
Por ello, para el directivo de Diltex el nearshoring en México, que ha visto importante crecimiento en los últimos años, significa una oportunidad para bajar costos y tiempos en las operaciones de la industria, sin embargo, no es algo a corto plazo.
“No nos comparemos con Asia, con la cantidad de proveedores y de empresas que existen para la proveeduría de cualquier tipo de producto. Para que esto suceda hay pensar que eso no será de la noche a la mañana, entonces la verdad pinta difícil”, aseguró.
Ante el panorama de los próximos años en los que es incierto si el COVID vuelva a rebrotar en algunas partes del mundo, la guerra, la inflación mundial, etc., Jorge Orozco señaló que lo mejor es estar preparados para tener una respuesta rápida a estos retos, que con la pandemia, muchas empresas crearon estrategias para hacerle frente a estos retos.
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