Shenzhen es la ciudad más tecnológica de China. Ahí se registra el 50% de todas las patentes que genera el país asiático, actualmente número uno en el mundo en este renglón.
Su crecimiento promedio anual en los últimos 30 años ha sido del 25 por ciento. Su PIB supera los 300 mil millones de dólares (mdd), comparable a economías como Sudáfrica; 40% es generado por empresas relacionadas con la innovación en sectores como la biotecnología, las energías alternativas, Internet y la tecnología, de acuerdo con datos oficiales.
Esta ciudad, considerada el “Silicon Valley” chino, ha decidido extender los lazos comerciales con México con la apertura de su primera oficina en todo el continente americano.
Recientemente, el Consejo Chino para la Promoción del Comercio Internacional de la Ciudad de Shenzhen (CCPIT) cortó el listón con el que simbólicamente inicia el esfuerzo a futuro por fortalecer los negocios y el intercambio comercial entre ambas latitudes.
“Van a llegar más [empresas chinas a México]”, afirmó Zhu Qingqiao, embajador de la República Popular de China en México, entrevistado luego de su discurso en una reunión con empresarios mexicanos y representantes de oficinas comerciales y financieras del país asiático.
Foto: Amapola Grijalvo y Zhu Qingqiao
Aunque el ritmo de atracción de inversión extranjera directa (IED) procedente de China hacia la segunda economía en Latinoamérica se ha venido dando a cuentagotas, Amapola Grijalva, presidente de la Cámara de Comercio y Tecnología México-China, defendió que el país ofrece calidad y condiciones óptimas para la llegada de empresas chinas ante la coyuntura que se está experimentado en el mundo en la reconfiguración de las cadenas de suministro motivada por las implicaciones del covid en la economía global, que ha generado escasez de insumos, desequilibrios en el consumo, alta inflación, problemas con la disponibilidad de equipos para el transporte internacional; todas estas afectaciones inciden en la planeación de la demanda de las empresas y el cumplimiento en la entrega de las mercancías a escala internacional, entre otros obstáculos logísticos.
“Recibimos una empresa [china] por semana, que nos contactan, que están pensando venir a México, que buscan proveeduría, primero, lo que quieren es buscar un socio con capacidad instalada para recibir sus productos, pero con el tiempo transitan a hacer su propia inversión”, indicó también en entrevista.
La IED de China en México sumó 18.4 mdd en los primeros 3 meses de 2022, apenas un 0.1% del total nacional, de acuerdo con datos de la Secretaría de Economía (SE). Este monto es 69.3% menor a lo registrado durante el mismo trimestre del año pasado (60.1 mdd); aunque en 2021, este país envió 414.2 mdd a México, el mejor registro desde 1999, año de inicio de medición de la SE.
Del lado de la balanza comercial, hasta 2020, último año que aparece en los registros estadísticos de la SE, continuaba siendo deficitaria para México. El comercio total entre ambos países sumó un valor por 81 mil 579 millones de dólares (mdd), de los cuales México solo comercia 7 mil 969 mdp.
“Los empresarios chinos todavía sienten cierto miedo, porque internamente [el gobierno] clasifican a los países por nivel de riesgo y desafortunadamente México todavía no pasa a un nivel tal en la que los deje sacar dinero para invertirlo acá”, indicó en entrevista Carlos Zarza, director de Negocios Internacionales y Tecnología de Válvulas Worcester de México.
Esta compañía mexicana es reconocida por ser la pionera en establecer un negocio en China en la década de los 90, cuando aún existían políticas más estrictas para la instalación de capitales extranjeros en aquel país oriental. Sin embargo, la empresa buscaba materia prima más barata para la fabricación de sus válvulas. Con el tiempo la compañía obtuvo resultados y de representar el 70% de su proveeduría internacional para su planta en México hace unos años, actualmente es el 3%, ya que la mayor parte de su producción se exporta hacia otros países.
“Estuve viajando mucho a China en esos tiempos, hasta que encontré un lugar y un socio adecuado”, relató el también vicepresidente del comité de Oil&Gas de la Cámara de Comercio y Tecnología México-China y uno de sus fundadores.
Por su parte, Esteban Puente, presidente del comité de Parques Industriales de la misma cámara, aseguró en entrevista que tanto la guerra comercial China-Estados Unidos, sumado a los cambios que se establecieron en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), en torno a los requerimientos de mayor contenido regional, y las disrupciones en las cadenas de suministros por los problemas socioeconómicos que ha dejado la pandemia por COVID-19, serán los elementos que abonen para que México reciba más inversiones en el futuro cercano provenientes del gigante asiático.
Comenta y síguenos en Twitter: @EnriqueDuRio / @GrupoT21