La logística enfrenta un escenario en donde convergen la falta de operadores para aprovechar toda la capacidad instalada de las empresas de autotransporte, pero también del talento en otras posiciones de la cadena de suministro; la inseguridad que se enfrenta en las carreteras nacionales y la dinámica que se experimenta en algunos embarcadores por los tiempos que se emplean en las cargas y descargas.
“Existe una falta de mano calificada para la logística. Sí, los operadores es la parte más visible, pero tenemos espacios en otras áreas de funciones estratégicas de la cadena logística, así como en sectores administrativos que no tenemos la suficiente oferta y que incide en la productividad que se puede alcanzar”, destacó en entrevista con T21 Diego Anchustegui, director comercial de Transportes EASO.
En el caso de los operadores, a partir de la encuesta realizada por la International Road Transport Union (IRU), en México se estima que se tiene un déficit de 54 mil operadores para atender la capacidad instalada de vehículos con que cuentan las empresas transportistas, aunque en las otras áreas no existen datos precisos.
Si bien ese es un factor estratégico, también existe una preocupación por la ruptura en la cadena de suministro. “Existe un riesgo grande de romper el eslabón del transporte a partir de los tiempos que se toman en las maniobras de carga y descarga, en donde el principal afectado es el operador por incidir en sus ingresos, y que como sabemos es un activo escaso”, consideró Ramón Medrano, presidente de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), en entrevista con T21.
En este renglón, Diego Anchustegui consideró que si bien se tiene un déficit de operadores, también se enfrenta un problema con la entrega de equipos de transporte, por lo que es imprescindible que los activos sean liberados con agilidad a fin de lograr una mayor productividad.
Con base en lo que T21 ha podido identificar con diversas marcas productoras de unidades de transporte, motrices y de arrastre, existe un retraso en la entrega de unidades de al menos 6 meses, por lo cual el incrementar el parque vehicular para compensar todos los puntos antes referidos no es posible.
El escenario se adereza con lo que denomina la ruptura en la cadena de suministro, “el no poder circular en todos los horarios por temas de inseguridad, se traduce en improductividad”, aseveró Diego Anchustegui. Lo anterior es resultado de los niveles de inseguridad que se enfrentan, en donde algunos usuarios del transporte y empresas transportistas tienen políticas que limitan los horarios para circular, a fin de reducir el riesgo.
Lo anterior fue respaldado por Ramón Medrano, quien además agregó que también se suma el hecho de las tomas de carreteras y bloqueos que se presentan a lo largo de los caminos nacionales, y que son factor para que el transportista, pero también sus clientes, no sean productivos, situación que impacta a todos los involucrados en la cadena de valor, hasta el cliente final.
En temas de seguridad, de acuerdo con los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en el acumulado enero-mayo pasado se registraron 5 mil 292 robos al autotransporte, que representó un incremento de 3.1% respecto al mismo periodo del 2021.