Wallenius Wilhelmsen presentó en mayo el navío Orcelle Wind, con el que la empresa apunta a una reducción de hasta un 90% en las emisiones, en comparación con los mejores barcos de la actualidad.
La idea se presentó por primera vez en 2005 en la Exposición Universal de Japón, se adelantó a su tiempo y marcó un hito en el que Wallenius Wilhelmsen ha estado trabajando desde entonces.
El Orcelle Wind será un barco Roll-On/Roll-Off, con una capacidad de carga de 7,000 automóviles, con 220 metros de largo y una altura de alrededor de 100 metros, y se prevé que entrará en servicio en 2026.
“Gracias a los avances tecnológicos, los desarrollos regulatorios y el mayor enfoque de los clientes en las emisiones, podemos ver un camino desde el concepto hasta una nueva realidad audaz y ambiciosa”, dijo Torbjørn Wist, director ejecutivo y director financiero interino de Wallenius Wilhelmsen.
Además, Wist abundó que es difícil exagerar la importancia del crecimiento y el desarrollo global, al igual que la dependencia mutua entre el comercio global y el transporte marítimo.
“En Wallenius Wilhelmsen estamos orgullosos de la contribución que hemos hecho. Sin embargo, también entendemos que, al continuar con nuestro papel, también debemos hacer nuestra parte en la lucha contra el cambio climático”, destacó.
Por otra parte, el directivo anunció la asociación con Volvo Cars, que será socio de la iniciativa Orcelle Wind, pues explicó que se requiere una nueva forma de pensar sobre cómo gestionar el transporte de vehículos desde las fábricas hasta los concesionarios del otro lado del mundo.
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